domingo, junio 06, 2010



JOHN RAWLS Y LA TAUROMAQUIA

El contractualismo contemporáneo de John Rawls se centra en la posición ideal de los contratantes (un velo de ignorancia), posición desde la cual no pueden saber qué lugar van a ocupar con posterioridad al contrato mismo, y que facilita tomas de decisiones justas. Es decir, que si vamos a ordenar una sociedad justa para todos tenemos que tener en cuenta que yo, el ordenante, puedo interpretar después cualquier papel dentro de la misma: puedo ser, por ejemplo, mujer, inmigrante y ciega.
Aplicando esto a un experimento paralelo y virtual, imaginemos que la semana próxima alguien nos dice que nos vamos a reencarnar en un animal de una lista que nos ofrecen para elegir. Esta es la diferencia con lo que propone Rawls, que podemos elegir el papel que queramos y que irremediablemente vamos a tener, porque no queremos que la sociedad justa incluya a los animales. Está claro que querríamos pasarlo lo mejor posible en nuestra nueva vida. Antes de la elección nos dicen que nos informemos bien. Y nos dan una página web sobre los diferentes maltratos a los animales de esa lista, desde la oca a la que se le embute comida hasta el toro de lidia. La página web es esta:

http://www.animanaturalis.org/

A la izquierda de la misma se puede uno ilustrar bien sobre los padecimientos de los animales que utilizamos para distintos fines.
Evidentemente, a mí el fin me daría igual porque yo lo que quiero es vivir mi inesperada animalidad lo mejor posible.
Pues bien, visto lo visto, no parece que estar cinco años a cuerpo de rey en una dehesa y morir en la plaza en un cuarto de hora con la posibilidad de llevarme por delante a quien me mata e incluso ser indultado y retirarme como semental hasta morir de viejo sea una elección nada desdeñable, ¿no les parece?